Prevención

El CaCu es causado por el VPH de transmisión sexual, que es la infección vírica más frecuente del aparato reproductor. Casi todos los individuos sexualmente activos serán infectados por VPH en algún momento de sus vidas y, algunos, pueden ser infectados reiteradamente. El periodo de mayor número de infecciones se presenta poco después de la iniciación de la vida sexual activa.
La mayoría de las infecciones por VPH remiten espontáneamente y no causan síntomas ni enfermedad. Sin embargo, la infección repetida por tipos específicos de VPH (con mayor frecuencia los tipos 16 y 18) puede conducir a lesiones precancerosas. Si no se tratan, esas lesiones pueden evolucionar hacia un CaCu.
El principio central de un método integral de prevención y control del CaCu consiste en actuar durante todo el ciclo vital utilizando la evolución natural de la enfermedad para identificar en los grupos de edad pertinentes las oportunidades de efectuar intervenciones eficaces.

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DATOS CLAVE ACERCA DE LA DETECCIÓN Y EL TRATAMIENTO DEL CÁNCER CERVICOUTERINO
  • La detección del cáncer cervicouterino consiste en la determinación de la presencia de lesiones precancerosas o de cáncer en las mujeres en riesgo, la mayoría de las cuales serán asintomáticas.
  • Como mínino, se recomienda someter a detección a toda mujer de 30 a 49 años de edad al menos una vez en la vida.
  • A nivel mundial, en el 2012 había casi mil millones de mujeres entre 30 y 49 años de edad, la mayoría de las cuales no se habían sometido a detección ni una vez en su vida.
  • La detección y el tratamiento tempranos de las lesiones precancerosas pueden prevenir la mayoría de los cánceres cervicouterinos.
  • Tres tipos diferentes de pruebas están actualmente disponibles, a saber:

— Citología convencional (Papanicolaou) y en medio líquido (LBC)
— Inspección visual con ácido acético (IVA)
— Detección de la presencia de tipos de VPH de alto riesgo (por ejemplo, los tipos 16 y 18)

NOTA DE ORIENTACIÓN DE LA OPS/OMS. Prevención y control integrales del cáncer cervicouterino: un futuro más saludable para niñas y mujeres (PÁGINA 7)